como sois unos pesados…
Como sois unos pesados y no hacéis otra cosa que preguntar por nuestros tomates (“que si no puedo vivir sin tomates”, “que si sueño por las noches con tomates y me despierto con ansiedad”, “que si eso que encuentro en la tienda de la esquina ni es tomate ni es ná”, «que si no pienso tomar más cerveza mientras no tenga tomates de verdad en casa (¿?)” y muchas más cosas que llegan a mis oídos y que no puedo reproducir aquí por pudor…, hemos tenido que tomar una drástica decisión.
Contra todos los consejos de la gente que sabe de ésto y contra la lógica incluso (teniendo en cuenta que hace dos semanas estábamos a -6º en el huerto) hemos plantado 180 matas de tomate.
Es un experimento, como casi todo lo que hacemos en «…que te quiero verde». Es un desafío a la climatología y un reto por tener tomates lo antes posible.
Pero como nada que merezca la pena se consigue sin trabajo, hemos tenido que hacer un gran esfuerzo. Construimos una estructura, como una incubadora, dentro del invernadero y hemos cubierto nuestras pequeñas y frágiles plantas con una manta térmica. Tres capas de protección para intentar conseguir lo que casi nadie cree posible, poder comer tomate rosa de la montaña de Fantova mucho antes de lo que es tradicional.
Y sobre todo, que vuestra vida vuelva a tener sentido teniendo en vuestras mesas unos tomates de verdad…
Se admiten apuestas: que se helarán está 20 a 1. ¿Vosotros que creéis?
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